Se espera una recolección de 6,5 millones de sacos del grano, se requieren más de 150.000 trabajadores.
Hay una paradoja en el sector cafetero. Hace un año, el precio de la carga de 125 kilogramos estaba en menos de $750.000 y enfrentaba una crisis impulsada por la caída de la cotización a nivel internacional. Hoy la situación es totalmente diferente, la carga está en niveles nunca antes vistos, tan solo ayer cerró en $1,2 millones; y en Wall Street, la libra sigue arriba de US$1,1 por la tasa de cambio.
Pero mientras los cafeteros tienen los precios más altos de su historia, en algunos departamentos hay preocupación porque las medidas preventivas contra el Covid-19 generan restricciones para el movimiento de los recolectores en la cosecha de esta época del año.
Y es que se requieren más de 150.000 empleados para los trabajos que van desde este mes hasta junio, con la cosecha cafetera, en la que se espera una recolección total de 6,5 millones de sacos. Esto incluye el café que sale de la cosecha de mitaca (la que agrupa a Antioquia, Huila, Valle del Cauca, Norte de Santander, Quindío, Risaralda); y la tradicional, que ya empezó en marzo y se extiende hasta junio en Nariño, Caldas, Cauca, Tolima y Cundinamarca.
“La situación y preocupación de falta de mano de obra se debe a que hay restricciones en ciertos municipios, donde los alcaldes sugieren que las personas no salgan diariamente, como se necesitaría para la recolección de café, sino que por el contrario se haga entre uno y dos días por semana; eso genera que no se pueda cosechar la cantidad esperada y se ponga en riesgo a bastantes matas por no intervenirlas”, explicó Luis Miguel Ramírez, presidente del Comité de Cafeteros de Risaralda.
Otro punto que se suma a esto es que si bien en el decreto de estado de emergencia, del presidente Iván Duque, se aclara que no se pondrán restricciones a las cadenas de producción de alimentos, y esta podría ser una de las soluciones para que se les permita a los trabajadores del sector la identificación con la cédula cafetera, gran parte de los recolectores de las cosechas son trabajadores informales que por esta temporada dejan sus labores tradicionales y se van a las fincas para sacar el grano de café.
Por esto, “las personas que normalmente ayudan en las cosechas, y los cesantes que se han visto perjudicados por la situación del Covid-19, estamos viendo cómo las autoridades empiezan a permitir los desplazamientos de ellos desde las cabeceras municipales hasta las fincas, sabemos que tiene que haber un compromiso de implementar medidas sanitarias”, dijo José Eliécer Sierra, presidente del comité en Antioquia.
Jóvenes recolectores
Reportes de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia (Fedecafé) muestran que gran parte de los más de 150.000 recolectores que trabajan en las cosechas no son población fija de un solo sitio. Es decir, hay rotación entre departamentos de personas que llegan a hacer esa tarea. Por esto es que se insiste en la preocupación de que si la cuarentena nacional que termina el 13 de abril, se amplía, habrá fronteras departamentales y municipales cerradas.
Lo mismo pasa con que más de 20% de los recolectores de café a nivel nacional, son mayores de 70 años, y el decreto presidencial tiene, a quienes superan esta edad, en periodo de guarda hasta por lo menos el próximo 30 de mayo.
Ante ese panorama, el senador, Alejandro Corrales, explicó que “ya se le llevó la propuesta al Ministerio de Agricultura para que se permita a las personas entre 15 y 18 años que se puedan unir a las tareas de recolección de café, esto, cumpliendo las directrices internacionales. Antes esto era normal, pero con la modernización de los códigos de trabajo fue algo que empezó a acabarse. Y es algo normal, porque en muchas familias, jóvenes después del colegio salían a recoger café con sus papás y abuelos; era algo cultural y de tradición que podría ayudar en estos tiempos en los que se buscan cosecheros”.
La producción busca cerrar el año en más de 14 millones de sacos
La división estadística del gremio se mantiene en que pese a los acontecimientos recientes en la economía global, en Colombia, de solucionar obstáculos como el de conseguir 150.000 recolectores del grano se logre la meta anual de más de 14 millones de sacos. “Incluso podríamos estar hablando de que no sean solo por ese margen como el año pasado, sino más de 14,4 millones de sacos, así estamos pensando en una cosecha que para el acumulado significaría un récord arriba de $9 billones”, dijo Vélez.
